El Gran Día se acerca. En el cielo, las estrellas brillan con una luz extraña, anunciando la hora de nuestro llegada final con el Señor. Llegó el tiempo para fortalecer nuestra fe y vivir con amor, recordando siempre las enseñanzas de nuestro Salvador. Un clamor divino Limpiemos nuestros corazones Las oraciones fluyen como un río Que la fe